viernes

Confeciones

Llega la noche y todo se vuelve un poco mas oscuro, las calles invitan a merodear, a escaparle por un momento a la vida, a dejarme llevar por los mas oscuros instintos, siguiendo la ruta de los bohemios, la de los locos, el mas incoherentes de todos los caminos, parar en un lugar para contemplar una hoja, un pedazo de vidrio o a los borrachos de pasión entregarse a sus viles instintos de amor, pobres como los envidio... saber que por tanto entregar nos olvidamos de recibir, y nos regalamos enteros buscando fundirnos en el otro, sabiendo que ofrecemos todo nuestro ser para no recibir nada y recibimos tanto, pero borrachos de pasión no lo percibimos y entregamos mas y buscamos cada ves un poco mas y nos autodestruimos esperando un poco mas porque no sabemos dar sin recibir, y los contemplo y los maldigo por ser tan entupidos y regalar lo ultimo que nos queda, nosotros mismos y sigo caminado y vuelvo por los mismos laberintos de ladrillo y cemento, me pierdo para no poder encontrarme.... y no me encuentro y me siento feliz y vuelvo a mis pensamientos y me encuentro y me desanimo y trato de perder el rastro de mi mismo, trato de perderme entre los muros de mis pensamientos, aislarme para que no me encuentren y me encierro en mi mismo, la mejor de las prisiones, la mas segura de todas, porque no puedo encontrar lo que no quiero , y me siento feliz porque nadie me va a lastimar, nadie me puede lastimar, porque encerré al peor de mis enemigos, me encerré a mi mismo.....

1 comentario:

Liduvina dijo...

"Es una historia natural del dolor, que se resume así: querer sin motivo, sufrir siempre, luchar de continuo, y después morir... Y así sucesivamente por los siglos, de los siglos hasta que nuestro planeta se haga trizas."

Arthur Schopenhauer.