jueves

Invisible

Bocados,
soles azules
rumiantes de carbón.
Silencios absolutos,
verdades silenciosas.
Vestigios ocres,
amarillos,
contagiosos.
Alambres de cobre
corriendo por mis venas.
¡Dios! Creo que baile,
y es tan maravilloso
que me tengo envidia.
¡Dios! es la perfección,
tiempo detente.
Invisible

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ODA AL FASO
Oh! Faso infinito
que ahuyentas ánimas tenebrosas
del pesado patíbulo,
que carcome el distante vuelo:
lánguida desidia del innombrable.
Oh! Hierba sagrada
que entibias con tus volutas
la áspera sangre
del cantar de la fanfarria olvidada.
Oh! Cilindro molido
de pálida piel delgada, estrujada,
sinuosa sombra nocturna.
En tus manos caigo como en
temprana muerte,
casi sin sentirlo,
buscando la locura.
¡Que me entierren en la tierra
sin memoria!
Mañana nazco ya
en la forma de árbol nuevo
A la aurora.

pio dijo...

Kurco.

Adrian Orellano dijo...

Este es uno de los mejores poemas que he leido este año.