lunes
Plegaria para la soledad
Dolía pero me gustaba, era dolorosamente bello, el olor puro del campo mezclado con el smog y olores de fabricas abandonadas que supieron ser enormes devoradoradoras de sueños y ahora se contentan con ser hogar de ratas y de ratos de pasión, todo estaba en el perfecto silencio que nos puede ofrecer la ciudad de noche, y el dolor que no dejaba de punzar.... La ciudad caía sobre mi como la espada de Demóstenes, caía silenciosa y mortal, lo estaba esperando desde que me senté en ese trono de madera y mentiras y besos fingidos; hay dios, si hubieras sabido que no soy tan humilde como para aceptar tu piedad, si te hubieras dado cuenta a tiempo que no se fingir demasiado, que no se hablar sin que mi corazón me sople las palabras al oído y que tantas caricias dejan cicatrices.... pero no lo sabes porque la espada cayó antes de tiempo y ahora estoy herido y me estoy desangrando en algún lugar esperando que me vengas a salvar, disfrutando el dolor, porque se que no me vas a buscar, y el dolor no se va, y cuando se valla el dolor me voy a ir con el... porque necesito de la compania que lastima, esa compania que me dabas para dejarme solo, esos besos que nunca llegaron a ser míos, y un corazón roto que no supiste componer. Y el dolor se esta yendo y yo me voy a perderme un rato... unas horas.... toda la eternidad...
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